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Al procurar la formación de nuestros alumnos y alumnas privilegiamos su desarrollo integral armonizando los valores con el enriquecimiento de sus conocimientos y el ejercicio constante de sus destrezas y habilidades en las humanidades, ciencias, idiomas, artes y técnicas, y deportes. Se les ofrece una infraestructura especialmente diseñada y los medios y facilidades de la tecnología. Los orientamos a realizarse como profesionales competentes y creativos, capaces de interactuar con una realidad cada día más compleja, y contribuir al desarrollo integral y solidario del país.

Se espera que los alumnos y alumnas:

    1. Logren fuerza, equilibrio interior y laboriosidad.
    2. Compromiso con su realidad histórica y al servicio de las necesidades reales de sus hermanos.
    3. Perciban los mensajes del presente y del futuro.
    4. Se conviertan en amantes de la cultura y capaces de defender la verdad con la palabra y con la vida.
    5. Sean portadores de paz, en el respeto a las ideas y valores de cada hombre.
    6. Sean profundamente fieles a la iglesia, a sus enseñanzas y obedientes a sus pastores.
    7. Tengan un sentido profundo del valor de la vida.
    8. Tengan un sentido profundo del valor de la vida, manifestado en comunión y amistad.
    9. Ambiente educacional de servicio alegre en un clima de familia,
    10. Afirma, asume y difunde los valores cristianos en el mundo.
    11. Abierto a los signos de los tiempos.
    12. Comprometido en la inserción de los jóvenes en la cultura y sociedad actual.
    13. Acoge a quienes presentan mayores carencias.
    14. Iluminado por los valores evangélicos con una dimensión vivencial de fe y servicio.
    15. Configura la síntesis de fe-cultura-vida mediante la asimilación sistemática y critica de la cultura.
    16. Educación centrada en la persona desarrollando todos sus atributos.
    17. Promueve la justicia, la solidaridad, la fraternidad, la defensa de la vida y del medio ambiente.
    18. Comprometido con la iglesia, vive su fe a través de un permanente crecimiento espiritual.
    19. Proyecta su vivencia cristiana a través de su quehacer educativo.
    20. Demuestra competencia profesional.
    21. Colabora en la orientación y apoyo hacia los alumnos y alumnas en la construcción de su proyecto de vida.
    22. Miembro activo y participativo de la comunidad educativa.
    23. Crea un ambiente de trabajo armónico y espontáneo.
    24. Perciben su ser como creado a imagen y semejanza de Dios en permanente relación y comunión con la trinidad, consigo mismo, con los demás y con la naturaleza.
    25. Se realizan forjando la propia personalidad, comprometida con el evangelio, la defensa de la vida y la construcción del reino.
    26. Toman conciencia de sus propias capacidades y se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje.
    27. Configuran su proyecto de vida con responsabilidad, creatividad y reflexión crítica.
    28. Participan en la vida de su comunidad consciente de sus deberes y derechos, promoviendo la innovación y el cambio.
    29. Se disponen a vivir una fe y una caridad operantes en su medio social y cultural.
    30. Primeros responsables en la educación de sus hijos; eficaces colaboradores del proceso de enseñanza y aprendizaje.
    31. Iglesia, familia y colegio unidos en el propósito educativo.
    32. Comprometidos con el desarrollo cristiano de la sociedad contribuyendo a su progreso mediante la búsqueda del bien, de la justicia y la paz.
    33. Conscientes de que la familia es sujeto y objeto de evangelización.